Si bien es cierto que el establecimiento de la computación cuántica puede afectar casi toda esfera de nuestra vida ligada al mundo digital, la mayoría de las consecuencias pueden ser para el campo de las criptomonedas. Actualmente, la creación pseudo-aleatoria de contraseñas provocadas por las criptomonedas sigue haciéndolas vulnerables al abuso de los piratas informáticos, y la computación cuántica solamente elevará la opción de predecir los valores creados por el software en tan solo un instante, lo que generaría serios problemas de seguridad.
A pesar de parecer tan perfectas las reglas de Satoshi Nakamoto, el diseñador no pudo explicar un mundo en donde la computación cuántica pudiera aplicarse en forma real para responsabilizar al algoritmo de Proof-to-Work antes de que se acabara la minería de criptomonedas. Si hay fallas en Bitcoin y otras criptomonedas, se debe a que se construyeron al umbral del final de una época para una clase de criptografía, un mundo en que lo anticuado no es necesariamente una opción.
Tomando como referencia que 2.140 será el año en el que se podrá extraer el último Bitcoin, esto hace posible un holgura de tiempo para que la computación cuántica logre la popularidad y escala necesaria, que podrá usar para comprometer y estrellar Bitcoin y otras criptomonedas con un ataque del 50% predecido desde hace años. Cuando sea posible, la computación cuántica ejecutará en segundos, lo que será posible en milenios para cualquier supercomputadora poder llevar a cabo. Aceptar con facilidad más del 50% del hashrate minero de Bitcoin será una de tantas herramientas disponibles para cualquier hacker potencial.
Con las famosas direcciones de Satoshi, no se necesitaría tanto para que un pirata cuántico ponga en peligro las contraseñas privadas de esas direcciones y se robe las propias monedas de Satoshi. Hasta podría haber billones de motivos que alentarían tal acción.
Independientemente de los resultados, esto puede ser terrible no solamente para Bitcoin, sino para las leyes básicas de las criptomonedas. Mientras las criptomonedas produzcan contraseñas de manera pseudo-aleatoria, seguirán siendo vulnerables de ser atacadas por los piratas. La aparición de la computación cuántica hará crecer esta vulnerabilidad muchísimo más.