Con el constante avance tecnológico que ha sufrido la humanidad, el dinero físico no escapa a esta realidad. En nuestra actualidad existe innumerables monedas digitales con las que se pueden realizar diversos intercambios tanto por bienes como por servicios que ofrecen determinadas personas.
La primera moneda digital en poseer una acogida mundial fue el Bitcoin, pero a raíz de esta nacerían muchas otras que ofrecen beneficios similares. Sin embargo, también se originaron diversas criptomonedas cuyo propósito y beneficios son aún mayores, tal es el caso de IOTA.
¿Qué es IOTA?
Muchas de las criptomonedas que han salido al mercado buscan ser completamente novedosas ofreciendo un cambio de paradigma inimaginable. Ahora bien, Bitcoin formó las bases para el nacimiento de muchas y sirvió para probar hasta que punto podría abarcar los activos digitales en la tecnología creciente.
IOTA fue creada con el objeto de ser únicamente para “el internet de las cosas”, dicho de otro modo, cualquier bien puede ser conectada al internet. Un cambio en la cadena de bloques que facilita la gestión de transacciones en la economía digital.
En suma, IOTA es una criptomoneda de tercera generación que tiene por objeto conectar cualquier cosa a la red (el internet de las cosas) y a su vez, realizar transacciones rápidas y seguras. La misma posee un concepto conocido como “Tangle” que no es más que un registro de contabilidad que, de acuerdo a sus desarrolladores, proporciona mayores ventajas que la Blockchain de Bitcoin.
Historia de IOTA
IOTA nace en el año 2015 de la mano de David Sonstebo, Serguei Popov, Dominik Schiener y Sergey Ivancheglo. Estos decidieron crear una especie de red en la que la economía segura de las computadoras inter conectadas fuera una realidad. A este respecto, decidieron que su criptomoneda no pudiese ser minada.
En vista de la imposibilidad de su minado, decidieron que, para dar a conocer su moneda y recaudar fondos para su proyecto, lo harían a través de una ICO la cual tuvo un enorme éxito. Debido a su idea novedosa, muchos inversionistas se sintieron entusiasmados y decidieron depositar su confianza en este.
Oficialmente el proyecto IOTA dio un gran paso el 11 de julio de 2016 al ser lanzada como una fundación que llevaría el mismo nombre. A partir de ese punto, se centraron en la investigación y aseguramiento de su protocolo, promoción y enseñanza de las ventajas de su tecnología, el desarrollo de su software e implementación de medios para una mejor acogida.
Funcionamiento de IOTA
Lo que hace que IOTA transcienda de otras criptomonedas, en especial, del Bitcoin, es la tecnología innovadora de la cual se sustenta. Dicha criptomoneda usa un sistema al cual llaman “Tangle”, el mismo no es más que un libro distribuido sin escalas, altamente escalable, poco pesado, y que garantiza la transferencia de valores sin cargo alguno.
La tecnología “Tangle”, a diferencia de la Blockchain del Bitcoin, no usa una cadena de bloques como tal, sino que, en cambio, usa algoritmos DAG. Si bien comparten una similitud en cuanto a un sistema descentralizado, el de IOTA es más veloz, escalable y resulta más provechoso pues realiza transacciones simultaneas sin problema alguno.
En este sentido, lo que sustenta a IOTA es su practicidad en cuanto a sus transacciones instantáneas dada por su tecnología, la cual permite realizar micro pagos. Al no poseer comisiones, todas las transacciones que se realizan pueden visualizarse en tiempo real.
Ventajas de IOTA
IOTA posee sin lugar a dudas múltiples ventajas, y eso le ha hecho merecedora del título de “Moneda del futuro”. La razón es muy sencilla, el avance tecnológico ha acrecentado la fabricación de múltiples dispositivos inteligentes; a este respecto, entra en juego la tecnología de la criptomoneda pues la misma facilitará todas las transacciones por su escalabilidad y la gratuidad de sus pagos.
Así mismo, como bien se ha mencionado con anterioridad, la criptomoneda IOTA no puede ser minada, este escenario resulta por demás ventajoso ya que proporciona mayor descentralización. Si un activo digital es minado, es más propenso de sufrir ataques de piratas informáticos, lo que acarrearía enormes pérdidas para el proyecto.
Muchas criptomonedas dentro de su propia Blockchain tienen diversas dificultades en cuanto a la rapidez de sus transacciones. A este respecto, IOTA ofrece, con su sistema “Tangle”, una mayor velocidad pues usa algoritmos DAG lo que elimina el costo de las comisiones de cada una de estas.
Diferencias entre IOTA y Bitcoin
Como bien se ha hecho mención, la tecnología detrás de IOTA, específicamente, “Tangle”, es la principal virtud que posee la criptomoneda pues garantiza transacciones más veloces y seguras. En cambio, la Blockchain de Bitcoin suele tener problemas en cuanto a la velocidad de las mismas.
IOTA puede realizar múltiples transacciones a la vez dentro de su propia Blockchain, principalmente por su algoritmo DAG que elimina las comisiones. Por su parte, para que una transacción de Bitcoin se ha efectiva, se debe cancelar fees, y lo mismo ocurre con múltiples criptomonedas.
Por otra parte, IOTA no puede ser minado, lo cual les da mucha más confianza a los inversores pues le proporciona una característica más enfocada a la descentralización real. En cambio, el Bitcoin si puede ser minado, y esta actividad además de generar grandes costes, es virtualmente propensa a ataques de hackers, en especial, contra grupos que se unen para facilitar dicha tarea (pools).
En definitiva, IOTA es una gran criptomoneda que proporciona mayores beneficios pues está enfocada a la inmediatez y rapidez de las transacciones en la red. En especial, por la trascendencia y generalización de las actividades que se realizan en línea, una moneda que realmente se centra en conectar las cosas con el internet.